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FRATERNIDADE ROSACRUZ in LUSITANIA Lusitano Centro Rosacruz Max Heindel Autorizado por The Rosicrucian Fellowship Rua de Cedofeita, 455 1º sala 8 * 4050-181 PORTO
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PROPRIEDADES MEDICINAIS DA «URTIGA» ( Urtica dioica ) Un médico dijo una vez
en una conferencia de radio que la Ortiga era una de nuestras mejores
plantas medicinales. Si la humanidad supiera
lo eficaces que son sus virtudes curativas, no cultivaría otra cosa que
Ortigas. Pero desgraciadamente lo saben muy pocos. La Ortiga es
medicamentosa desde la raíz, pasando por los tallos y las
hojas, hasta la flor. En la antigüedad ya
gozaba de gran prestigio. Albrecht Dürer (1471-1528) pintó un ángel
que vuela hacia el trono del Altísimo con una rama de Ortiga en la mano.
El sacerdote suizo Künzle señala en sus escritos que la Ortiga ya se
habría extinguido si no fuera por el escozor que produce a quien la
toca. Insectos y otros animales ya la hubieran hecho desaparecer. A una
madre de siete hijos que padecía desde su último parto continuamente
de eczemas, le aconsejé que bebiera infusión de Ortiga. En poco tiempo
desapareció su mal y al mismo tiempo el dolor de cabeza que lo acompañaba.
Como la Ortiga es un buen remedio contra la arenilla renal y urinaria,
le dije a la mujer que siguiera tomando la infusión, ya que yo suponía
que desde su último embarazo tenía los riñones trastornados. Las
afecciones renales van frecuentemente acompañadas de agudos dolores de
cabeza. Los eczemas se tienen que combatir por vía interna con hierbas
que depuren la sangre, porque suelen ser de origen interno. Así que la
mujer se liberó al poco tiempo tanto de sus eczemas como de los dolores
de cabeza. La Ortiga es nuestra mejor planta para purificar la
sangre y al mismo tiempo para activar su formación.
Siendo un buen estimulante del páncreas, la infusión de
Ortiga hace rebajar el azúcar en la sangre. Cura también enfermedades e inflamaciones de las vías urinarias así
como la retención de orina. Como estimula la evacuación del
vientre, esta planta es muy aconsejable para las curas primaverales de
purificación. Desde que conozco las
cualidades terapéuticas de la Ortiga, he tomado la costumbre de hacer
curas de tisana de 4 semanas, en primavera con los primeros retoños y
en otoño, después de la segunda siega, cuando vuelven a salir los
brotes. Suelo beber por la mañana en ayunas, media hora antes de desayunar, una (1) taza y durante el
día voy bebiendo 2 ó 3 tazas a sorbos. La tasa que tomo en ayunas
también la bebo a traguitos para que haga más efecto. Después de una
de estas curas me siento la mar de bien y cada vez tengo la sensación
de poder abarcar tres veces más de lo corriente. Mi familia y yo no
necesitamos desde hace años ningún medicamento y, me siento flexible y
joven. Además la tisana de Ortiga sabe bastante bien. Se
toma sin azúcar. Personas de gusto delicado pueden añadirle
un poco de manzanilla o menta para darle más sabor. La medicina
popular recomienda la Ortiga en forma de curas de tisana de
varias semanas contra afecciones del hígado y de la bilis,
enfermedades del bazo e incluso tumor del bazo, catarros del estómago y
de las vías respiratorias, convulsiones y úlceras estomacales, úlceras
intestinales y enfermedades del pulmón. Para conservar todos los
principios activos de la Ortiga, hay que procurar no hervirla. Como profiláctico se
bebe sólo una taza por día durante todo el año. Así combate también
las enfermedades por virus e infecciones de bacterias. A partir de una cierta
edad se presentan determinadas consecuencias por falta de hierro,
cansancio y agotamiento. Uno se siente viejo y menos capaz. En este caso
proporciona la Ortiga fresca, por su contenido en hierro, los mejores
resultados. Nos ayuda a superar estos trances difíciles de la vida.
Después de una cura de tisana de Ortiga se recupera uno
relativamente pronto. Vuelven la energía y la voluntad de trabajar e
incluso mejora el aspecto físico. Un día vino a verme una
mujer joven anémica que además padecía del estómago y de la hiel y
tenía continuamente fuertes dolores de cabeza. Le recomendé la tisana
de Ortiga. Al cabo de un tiempo me encontré con ella por casualidad.
Llena de alegría me contó qué rápido le había ayudado la Ortiga.
Desde entonces toda su familia utilizaba con admiración esta planta
extraordinaria. La Ortiga también es un remedio contra la hidropesía
por sus virtudes diuréticas. Como favorece la formación de la
sangre ayuda en casos de clorosis, anemia y otras afecciones graves de
la sangre. Junto con otras hierbas medicinales se emplea la Ortiga
con mucho éxito para combatir la leucemia (Véase pág. 92 bajo «Leucemia»).
Quien padezca cualquier clase de alergia (por ejemplo:
fiebre del heno) que tome durante una temporada tisana de
Ortiga. La Ortiga rebaja la
propensión a resfriarse y cura enfermedades gotosas y reumáticas. Una señora que conocía,
había estado durante tres años con ciática muy dolorosa bajo
tratamiento médico. Después de tomar durante un año un total de 6 baños
de cuerpo con 200 gramos de Ortiga, desaparecieron todos los dolores. Hace algún tiempo conocí
a una señora de unos 50 años, que por su escasez de cabello llevaba
una peluca. De esta manera hubiera acabado pronto con el resto de su
cabello. Yo le dije que se lavara la cabeza con un cocimiento de Ortiga
fresca y además con uno de raíces de Ortiga. La mujer siguió mi
consejo y de semana en semana se pudo ver cómo su cabello crecía y se
restablecía. Muy agradable y de gran provecho para todo tipo de cabello es el masaje
con tintura de Ortigas, hecha de las raíces que se excavan en
primavera u otoño, y muy fácil de preparar (Véase bajo Modos de
preparación «Lavado de cabeza» y «Tintura de Ortigas»). Yo misma me
froto cada día la cabeza (cuero cabelludo) con esta tintura y me la
llevo incluso cuando voy de viaje o a conferencias. El buen resultado es
visible: El cuero cabelludo está libre de caspa, el cabello crece en
abundancia y es suave y brillante. La Ortiga también se
emplea con eficacia para curar vasoconstricciones. Muchas de las
personas que padecen esa enfermedad podrían evitar la amputación de la
pierna, si hicieran a tiempo pediluvios con raíces de Ortiga (Véase en
Modos de preparación). Cada calambre o espasmo,
venga de donde sea, se debe a un trastorno de la circulación de la
sangre. En estos casos se recomiendan baños y abluciones con
cocimientos de Ortiga. Lo mismo vale en el caso especial de la
vasoconstricción coronaria. El enfermo se inclina sobre la bañera y se
lava con un cocimiento de Ortiga tibio la zona del corazón, dándose
suaves masajes. Una señora de Bavaria
que tenía 51 años padecía desde hacía 28 años de una fístula y últimamente
había empeorado considerablemente. El profesor que la examinó estaba
en duda sobre el resultado de una operación, dado que la fístula se
encontraba en la cara sobre el pómulo. En 1978 consultó esta infeliz
mujer a un curandero, que sobre todo se mostró comprensivo. Le ordenó
una alimentación a base de verdura y fruta cruda, un régimen de
respiración curativa y psicocibernética. La mujer mejoró pero no se
curó. En marzo de 1979 empezó a recolectar ella misma las primeras
Ortigas y bebió cada día 3 tazas de infusión, mezclada cada una con
una cucharadita de la tintura de Hierbas Suecas. El 28 de noviembre de
1979 me escribe: «Dentro de los siguientes 15 días se cicatrizó mi fístula
de la mejilla y los dolores habían desaparecido por completo. Y así ha
quedado todo hasta hoy». Me llena de alegría el
hecho de que tanta gente haya podido comprobar con su propio cuerpo las
virtudes medicinales de la Ortiga. Por ejemplo me escribió
hace poco una mujer diciendo que había tomado durante varios meses cada
día tisana de Ortiga con el resultado que se le quitó toda
clase de agotamiento y cansancio, a pesar de su duro trabajo
cotidiano, y además desapareció un ojo de pollo lleno de pus, que le
había causado dolores hasta el muslo, y que por estar recargada de
trabajo no había podido curar; también desapareció una micosis de
la uña (hongo) que hubiera tenido que dejarse operar pero nunca pudo
decidirse. ¡Para que se vea cómo cura la buena Ortiga, limpiando y
reconstituyendo la sangre! No se debe cesar de llamar la atención sobre
ella. Otra mujer me escribió
que la Ortiga la curó de un eczema que la había hecho sufrir muchos años.
Cartas como éstas son rayos de esperanza en mi vida. Me demuestran que
nuestras buenas hierbas medicinales no dejan nunca de ayudarnos, sea
donde sea. Una vez vino a verme un
hombre de cierta edad, con lágrimas en los ojos. Me contó que hacía
tres años cogió una gripe y desde entonces tenía la orina de color
marrón oscuro y sufría de dolores de cabeza insoportables. La cantidad
de tabletas que tomaba así como las inyecciones que le daban últimamente
para la cabeza no le ayudaban. Al contrario, el dolor de cabeza había
aumentado de tal manera que el hombre estaba a punto de suicidarse. Yo
le di ánimo y le aconsejé que tomara tisana de Ortiga recién cogida
– 2 litros y medio a lo largo de todo el día. Al cabo de cuatro días
me anunció por teléfono que los dolores de cabeza habían desaparecido por completo. Más
tarde supe que después de la cura de Ortiga se encontraba mejor que
antes de la gripe. ¡Aproveche usted también los primeros brotes de la
Ortiga, sobre todo en la primavera, y haga con ellos una cura de
depuración! Se quedará sorprendido de lo bien que le sentará. Una monja de la orden de
Santa Isabel siguió igualmente mis consejos y se admiró del buen
resultado. Las manchas que tenía en la parte de la barriga y de los riñones,
acompañadas de un fuerte picor, que no llegaban a curarse, se le
quitaron al poco tiempo gracias a la tisana de Ortiga junto con una
dieta para el hígado. En un caso parecido también ayudó rápidamente
la tisana de Ortiga. De una carta de Carintia
cito las siguientes palabras: «Infinitas gracias por la ayuda
inestimable que tuve por sus consejos. En los 19 años que duró mi
enfermedad estuve en muchas clínicas neurológicas de toda Austria.
Ningún médico pudo decirme lo que tenía, ni mucho menos ayudarme. He
bebido durante una semana tisana de Ortiga y como por milagro ha
desaparecido mi enfermedad como si jamás la hubiera tenido. ¡Dios se
lo pague!». Los hechos que acabo de presentar demuestran lo rápido que
pueden ayudar nuestras hierbas medicinales. Pero hay que tener en cuenta
que en el caso de enfermedades graves no ayuda una sola taza diaria,
sino que hay que beber por lo menos 2 litros, a sorbos, a lo largo del día.
Una comerciante me contó
que cada vez que se iba de excursión o de viaje, incluidos los viajes
de negocios, se llevaba un termo con tisana de Ortiga. Para ella es un
remedio insustituible. No solo quita la sed, mejor que otra bebida, sino
que refresca y combate el cansancio. Otra indicación de interés:
Contra los dolores de ciática, lumbago y neuritis de los
miembros se emplean las Ortigas recién arrancadas, vivas, rozando con
ellas suavemente las partes dolorosas. En el caso de ciática, por
ejemplo, se sacude la planta fresca suavemente y despacio sobre la piel,
empezando por el tobillo y siguiendo la parte exterior de la pierna
hasta la cadera y desde allí pasando por la parte interior de la pierna
hasta el talón del pie. Esto se repite dos veces y finalmente se da una
pasada de la cadera hacia abajo y a través de las nalgas. En otras
partes afectadas se procede de la misma manera. Al final se echan polvos
de talco. ¿No tenemos que agradecerle al Señor el habernos dado una
planta tan milagrosa? Hoy en día, todos van con prisas y no hacen caso
de esta planta; prefieren tomar sedativos y esto en cantidades
exageradas. Sin embargo, estas hierbas tan buenas, que han caído en
olvido, son muchas veces el único remedio. Finalmente quisiera añadir
otra experiencia que tuve y que me impresionó mucho. En nuestra pequeña
ciudad conocí a una señora mayor que me contó que el médico le había
diagnosticado cáncer de estómago. A causa de su edad avanzada
no se decidió a operarse. En esto, alguien le aconsejó que tomara
tisana de Ortiga. Así que cada día iba a su huerto y cogía un puñado
de Ortigas, que se criaban en gran cantidad a lo largo de la valla.
Cuando después de algún tiempo fue a ver al médico, éste preguntó
sorprendido: «¿Pero usted se ha
operado? ¡Si no se ve ninguna cicatriz!» Las excrecencias cancerosas
habían desaparecido del todo y la anciana pudo gozar de una vejez
tranquila. Pero no es necesario que lleguemos hasta tal punto, porque
nunca podrá formarse un tumor maligno si ingerimos en intervalos regulares los
maravillosos poderes de nuestra Ortiga en forma de infusión. Por último otro buen
consejo: Empiece a partir de hoy con una cura de Ortiga. Las hierbas
desecadas se venden en cada farmacia o herboristería. ¡Que vuelvan las
plantas medicinales a nuestras casas! ¡Decídase! ¡Cuando llegue la
primavera póngase unos guantes, coja sus tijeras y salga a la divina
naturaleza! Es una gran satisfacción coger uno mismo las Ortigas al
aire libre. La experiencia ha demostrado que cuanto más frescas son las
plantas, más eficacia tienen. No olvide de proveerse para el invierno:
para este propósito debería cogerlas en mayo. ¡Alégrese de que sea
capaz de hacer usted mismo algo por su salud! Un lector alemán escribe:
«Mi vecino utiliza la Ortiga para exterminar insectos y parásitos de
su huerto. Mete una gran cantidad de Ortigas en un depósito de unos 300
litros con agua (naturalmente se puede hacer menos) y las deja bastante
tiempo en remojo. Con esta agua de Ortigas riega repetidas veces sus
plantas y así las mantiene libres de insectos sin tener que utilizar
productos químicos. Incluso las zanahorias ya no tienen gusanos».
Desgraciadamente hay algunos campesinos que sirviéndose de herbicidas
han empezado a eliminar las Ortigas que se crían a orillas de bosques y
praderas, lejos de carreteras y otros orígenes de contaminación. Los
venenos peligrosos para el hombre llegan de este modo hasta los rincones
más salvajes de los bosques. Ni siquiera piensan que con estos métodos
matan también pájaros e insectos. Es una lástima que los campesinos
no sigan cortando las Ortigas con sus guadañas. ¡Qué ciegos nos hemos
vuelto! MODOS DE PREPARACION Infusión: 1 cucharadita llena para 1/4 de litros de agua, sólo escaldar, dejar
reposar brevemente. Tintura: Las raíces, que se excavan en primavera o en otoño, se limpian con un
cepillo, se trituran y se meten en una botella. Cubierto todo con
aguardiente de 38-40° se deja 15 días al sol o cerca de una fuente de
calor. Baños de pies: Dos puñados
de Ortigas frescas (tallos y hojas) y dos puñados de raíces bien
limpias se ponen durante la noche en 5 litros de agua a remojo; al día
siguiente se calienta todo hasta que rompa a hervir. Los pies se bañan
sin sacar las plantas y lo más caliente que se pueda soportar. Este baño
se puede utilizar dos (2) o tres (3) veces, si se vuelve a calentar. Lavado de cabeza: De 8 a 10 puñados de Ortigas frescas o desecadas se ponen en una olla con
unos 5 litros de agua y se calienta todo a fuego lento. Cuando empiece a
hervir se retira del fuego y se deja reposar 5 minutos. Si se emplean raíces,
hay que poner dos puñados con agua fría a remojo, calentarlas al día
siguiente hasta que comiencen a hervir y dejarlo reposar todo 10 minutos.
¡Utilice jabón duro! ORTIGA MUERTA AMARILLA (Lamium galeobdolon) Esta planta se cría en
los bosques húmedos, en los ribazos, junto a-los sotos y vallados, en
los lugares incultos inmediatos a las habitaciones humanas, es decir, en
los mismos sitios en que suele crecer la Ortiga. Florence en abril y
mayo, en las regiones altas, más tarde. De la cepa vivaz brotan
unos tallos empinados que alcanzan unos 50 cm. de altura con las hojas
opuestas de figura ovalada y con grandes dientes en los bordes. Las
flores se aglomeran los encuentros de las hojas, agrupadas en forma de
rodajuelas. Se recolectan las hojas y las flores. La Ortiga blanca (Lamium
album) es, al igual que la amarilla, una planta medicinal de gran
prestigio. Florece de mayo hasta octubre a orillas de los caminos, en
las escombreras y terraplenes. Se recolectan las hojas, pero sobre todo
las flores. La infusión ayuda en los casos de graves trastornos
abdominales y de la menstruación, tomando 2 tazas al día. También es un
purificante de la sangre, combate el insomnio nervioso y es un remedio
eficaz contra toda clase de enfermedades de la mujer. Las que padecen
continuamente de afecciones del bajo vientre y las chicas jóvenes deberían
de tener esta infusión en gran estima. Las flores y hojas de la
Ortiga amarilla se utilizan contra males parecidos, sobre todo contra la
retención de orina, los dolores y el escozor al orinar, las graves
afecciones de los riñones y el hidrocardias. Las flores se emplean
contra las indigestiones, la escrofulosis y las erupciones de la piel.
En estos casos se bebe una taza por la mañana. Contra las úlceras y
las varices se aplican compresas empapadas con la infusión. La Ortiga amarilla es un
remedio muy indicado contra el espasmo de la vejiga en los ancianos;
asimismo se recomienda en los catarros de la vejiga y en la nefritis. Un
baño de asiento con tisana de esta hierba aporta un gran alivio. Una mezcla de tisana
compuesta de Ortiga amarilla, Galio y Vara de oro, en partes iguales,
actúa favorablemente en los trastornos debidos a la cirrosis renal
incurable, en la purificación de los riñones y en los enfermos
sometidos a diálisis (riñón artificial). MODOS
DE PREPARACION Infusión: Una cucharadita repleta por cada V4 I. de agua; sólo escaldar y reposar
brevemente. Compresas: Se empapan las compresas en una tisana hecha de tres cucharaditas colmadas
de hierba por cada 1/2 I. de agua; escaldar y reposar un poco. Baños
de asiento: Véase en Generalidades »Baños de asiento«.
(Se utiliza toda la planta).Mezcla de tisana: Ortiga muerta
amarilla, Galio y Vara de oro se mezclan en partes iguales y se prepara
una infusión con, una cucharadita repleta de hierba por cada 1/4 de
Litro de agua hirviendo.
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